martes, 6 de marzo de 2007

El origen de la falluteada


Nuestra parada de hoy, el departamento de Santa Rosa, ¡Qué bien se come en Santa Rosa!¿Qué vamos a conocer hoy? Nuestra parada, señor director, una estancia donde se originó el hábito mendocino de la falluteada.Como muestran esas cámaras que recorrieron el mundo y que nunca pasaron por el service, es decir, las cámaras de “Conociéndote”, en este lugar, en el siglo XV, funcionaba un tribunal de penas del Consejo de las Indias. Aclaremos que hace 500 años, ir de Mendoza a Santa Rosa equivalía a decir “ir de Mendoza a la loma de Alejandro Delorte”. Dicen que era un tribunal muy sencillo, en el que el juez siempre llegaba tarde a los juicios. Y como las sentencias se retrasaban por falta de juez, es que el pueblo asumía el rol de juez, entonces los juicios se hacían en caliente. Por esta razón, a la hora de fijar un fallo, los jueces quedaban a mitad de camino y casi nunca llegaban a resolver un juicio. Muchas veces, al llegar tarde, se encontraban con el cadáver de un inocente ejecutado.El populacho comenzó a llamar “falluteadas” a los “fallos sin juez” y hoy los mendocinos mantienen esta tradición pero de otra manera: cuando un sujeto no asiste a un compromiso sin previo aviso, el que queda colgado es el falluteado. Si son muchos, se trata de un caso de “falluteada general”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas noxes enhorabuena por el articulo, spero k sigas sacando ma articulos de ste tipoasin uno sabe del origen delas vocablos k decimos es mejo bueno y si te pones si puedes explicar el origen de sanatero vale hasta otra

Anónimo dijo...

La falluteada hoy tiene ribetes morales. Me pasó el otro día, cuando una señora cheta me iba a alquilar una oficina. Mientras me explicaba asuntos del contrato y del precio de alquiler, le quise hablar para dar mi opinión. Todo bien. Habíamos arreglado. Al día siguiente me llamó para decirme que se suspendía la operación porque yo le había faltado el respeto. Analizando bien la situación, esa falta de respeto consistió en que yo le dijera "déjeme terminar" mientras yo hablaba, porque ella tenía más frenos de mano que Mirta Legrand. Saludos. Muy bueno el blog.